Yerba Buena, Tucumán,   29 de agosto de 2011

Me dirijo al Sr. Presidente de la UCR, a fin de elevar mi renuncia como candidato de nuestro partido a Diputado de la Nación por el Distrito Tucumán, distinción con la que me honraron los ciudadanos tucumanos en la Elección Primaria Abierta,  llevada a cabo el día 14 de agosto próximo pasado.

Participé en ese proceso electoral, junto a otros dignos correligionarios y correligionarias de distintas listas, con lealtad e idéntica mística y honorabilidad, sin la complicidad de terceros ajenos a nuestro partido, y con la sana intención de llevar adelante los principios que nos enaltecen como afiliados militantes y como ciudadanos de bien.   

Sin embargo, su resultado final me obliga a esta determinación, por la absoluta convicción de que la consagración de su primer término pone en riesgo estos valores históricos, imponiéndome una objeción de conciencia, moral, cívica, política, y doctrinaria hacia la persona que quedó encabezando la lista ya que, como es de dominio público, vengo observando muy críticamente su accionar -al igual  que muchos otros afiliados, ciudadanos, opinión pública y la prensa en general- tanto en lo relativo a su conducta política frente a nuestro partido en esta elección, como en lo referente al modo de ejercer su responsabilidad en relación a la administración y disposición de los fondos universitarios.

A esta decisión de resignar la nominación, asumida frente a mis íntimos en el mismo momento de conocerse el resultado del escrutinio, la he demorado, en silencio y con gran peso, hasta el día de hoy, por la necesaria cautela que debía observar con respecto a la oportunidad, en razón de que mi pertenencia partidaria y la prudencia me impusieron, la obligación cívica de evitar una presentación anticipada que pudiese perturbar o causar eventuales efectos indeseados a mí partido o a sus dignos candidatos, en orden a las elecciones generales del día domingo 28 de agosto pasado.

Como Ud. y la ciudadanía comprenderán, esta cuestión de incompatibilidad ética, definitiva e insalvable, con quién ocupa el primer lugar -que no puedo ni debo, de ninguna manera, callar, soslayar y, mucho menos, convalidar con mi persona- torna absolutamente imposible mi permanencia en la lista electoral prevista para el mes de octubre por nuestro histórico Partido la Unión Cívica Radical.

Sin más, y agradeciendo que se imprima a la presente el inmediato curso debido, saludo a Ud. y a los Sres. miembros de la Junta de Gobierno, con la consideración más distinguida.